04 diciembre 2006

Aprendizaje Automático: Humanos


Cuando era estudiante de informática, tuve un buen profesor de Inteligencia Artificial. Se llamaba Daniel Borrajo, todavía en la UPM y hacía que te encantara la IA. De hecho me dedico a ella desde entonces.

Todavía me acuerdo cuando un día llegó a clase donde tocaba Aprendizaje automático (Machine Learning). Daniel acababa de tener su tercer hijo y nos empezó a poner ejemplos que distintos apredizajes sobre su hijo: supervisado para el comportamiento, no supervisado para la motricidad, etc.

Fue ecantadador, y en todas las cabezas de los estudiantes estabamos construyendo un robot que aprendiera como un humano. Estaba claro; era cuestión de poner todos esos algoritmos a funcionar con unos pocos sensores y tendríamos un humano artificial. Chupao.

Pues, ahora acabo de tener un hijo. Nació exactamente hace una semana. Un mes antes de nacer lo tenía todo pensado. Iba a observar como todos esos algoritmos hacen que mi chaval aprenda y sea el mejor. Era infalible, un experimento en casa y además divertido. Podía apuntar cada día lo que Martín había superado y lo que le costaba.

Para los que teneís hijos, me imagino como os estáis partiendo de risa. La sutil diferencia entre tener el primero a tener ya tres es la que determina quién y cómo aprende. ESTO ES LA LOCURA! Ni siquiera me da tiempo a observar como aprendemos mi mujer y yo, como para observar al renacuajo.

Y eso que el chaval tardó 24 horas en aprender a llorar para que lo cojamos en brazos. Igual podría él hacer un blog para ver como los papás aprender (supervisadamente con llantos).

También he echado en falta otro tipo de aprendizaje: el hiper-supervisado. Como gestionar a una suegra, una abuela, tres vecinas y varias amigas dando consejos sobre cada cosa que el chaval hace. La consistencia de los consejos es una utopía....Que algoritmo aplicar (a parte del: iros todos a freir churros)?

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